17 de mayo de 2011

Odín, la Bella

Hoy vengo a hablaros sobre un personaje que me gusta mucho, Odín, la Bella, Señora de la Torre de Ihren, de quien se habla en las Crónicas de la Guerra de los Mil Años.
Este monográfico está incompleto, pues sé que después de lo narrado a continuación le siguieron pasando cosas a Odín, pero aun las desconozco, así que ya iré ampliando su historia.

Este texto lo escribí el otro día para mi glosario. 
Os advierto que si vais a leer el relato La Torre, esto os desvelará el final. Por ello os aconsejo no leerlo antes.

Ya me decís qué os parece!!



Odín fue una muchacha que nació en el Bosque Oscuro de Alorn-Toth, a comienzos del Siglo V, antes de que comenzara el calendario del Viejo Mundo. Cuando los vesorianos remontaron las monatñas, muchos gonotes se marcharon de donde nacieron, aunque muchos otros se quedaron en su bosque oscuro, en el que resistirían mucho.
Odín, que durante su juventud fue una muchacha muy hermosa, creció feliz, hasta que sus padres se marcharon del bosque. Huyeron hacia el norte, atravesando las montañas, hasta alcanzar Korro Odonen, la ciudad enana que éstos construyeron más al norte. Aquellas familias encontraron entre sus ruinas, pues habían sido abandonadas un siglo atrás, un hogar, y allí decidieron ocultarse, pues se creían rotegidos.
Allí vivió Odín, y con lo hermosa que era, conoció a muchos hombres, hasta que se enamoró de uno. Era un apuesto joven, que la amó mucho, y cuando eran ancianos, y éste murió, ella enloqueció. Se sumió en una tristeza tal, que le sumió en una profunda depresión. Aquel hombre había sido toda su vida, y ahora ya nadie la mimaría... Entonces decidió que ella no deseaba una vida así, sin aquél afecto, así que buscó la forma de tenerlo.
En algún momento fue que dio con un mercader, que vendía una planta que aseguraba la belleza más pura. Al parecer, si una mujer se ponía las flores de la planta a modo de pendientes, en ella brotaría la más infinita belleza. Al parecer, un demonio la había tocado, y le había dado aquellas propiedades mágicas...
Odín se hizo con la planta, y al probarse los pendientes, rejuveneció de súbito, volviendo a tener su hermosura de siempre. Se maravilló tanto con lo ocurrido...
Así, Odín, volvió a ser llamada la Bella. Desde aquello, ella siempre llevaba los pendientes, y permanecía joven por el día, pero al atardecer, los pendientes se marchitaban, y su magia moría con ellas, y ella volvía a ser una anciana.
Odín vivió así muchos años, pues la magia de las flores de aquella planta le hacía librarse de la muerte. Vio morir a muchos, que conoció de jóvenes, y las generaciones se sucedieron.
Dependió de aquellas flores, hasta el punto de obsesionarse y volverse una completa demente. En su ansia por evitar perder aquella planta, averiguó la forma de tener una fuente inagotable de su magia... Debía invocar al demonio que la había hechizado.
Así, Odín comenzó su búsqueda. Fue a la Torre del Recuerdo, que se encontraba muy al sur, y allí conoció los secretos de la demonología. En aquella torre que acababa en el cielo, donde habita el Dios del Recuerdo, se almacenan una gran cantidad de libros, de conocimiento... Y ella robó uno. Con ese libro logró aprender los secretos que guardan la clave para conectar con el inframundo, donde habitan los demonios...
Y al final, Odín regreso a la Torre de Ihren, y para seguir manteniéndose bella, invocó a un demonio. Era una riatura horrenda, que supo dotar a su planta de la magia capaz de hacerla hermosa, y joven, e inmortal...
En su obsesión, Odín tramó un plan para conseguir tantas flores mágicas como quisiera, y que no se le acabaran jamás. Se acercó a Ario, el joven que sería Señor de la Torre algún día, y logró que se enamorara de él. Así, ambos se casaron, Odín se convirtió más tarde en la Señora de la Torre de Ihren.
Como regalo de bodas, ella consiguió que Ario le regalara el jardín más gran posible de aquella planta, que daba sus flores favoritas. Y entre la Torre y el Bosque de las Bestias, a lo largo de todo el extenso valle que los separaba de donde habitaban las bestias, plantaron un jardín con aquella planta, y Odín se sintió enormemente complacida...
Había conseguido ser la Señora de la Torre, y tener tantas flores para mantenerse en el poder todo el tiempo que ella deseara...
Durante aquel tiempo mantuvo preso al demonio que había invocado en un libr mágico, cerrado con un candado. Pero una noche, la última que los gonotes vivieran en la Torre de Ihren, pues huirían tras la amenaza de las bestias, fue descubierta por su propio hijo.
Öddio, el hijo de Ario y Odín, liberó al demonio, y descubrieron que en realidad era una bruja, consumida por su propio delirio, y por una vejez oculta tras un hechizo.
Odín huyó de la Torre de Ihren, y fue volando hasta el extenso jardín a las afueras de ella. Entonces, los terribles guerreros vesorianos aparecieron, y entre ellos el mismísimo Ladrón de Almas...
Así, Odín, que fue conocida una vez como la Bella, se vio obligada a formar parte de la invasión que los vesorianos iniciaron sobre el Viejo Mundo, y que los llevaría a las Guerras de los Mil Años...




Darka.

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