La primera en hacerlo fue una elfa llamada Anne, que se zambulló en el agua desde cubierta y nadó hasta la orilla. Ella fue la primera en atreverse a ir a la isla, y todos los demás la miraron hacerlo con miedo. Anne, cuentan, llegó hasta la fina arena empujada por las olas, y al tocarla, sintió tal suavidad, que se enamoró de ella, de aquella isla, y de todo lo que alcanzaba a ver. Allí, entonces, deseó quedarse para siempre...
Los demás desembarcaron, y pronto se establecieron. No se alejaron demasiado de la playa al principio, hasta que ya habiendo levantado una ciudad, se adentraron a explorar. Los primeros elfos que encontraron fueron a los de Menedhrassé, que advirtieron haberlos ya visto desde el río, pero que no habían dado el paso aun de acercarse a entablar una amistad que a partir de entonces cuajaría. Los dos pueblos se hicieron grandes amigos, y pronto con los demás, aunque jamás desearon otra cosa que vivir ellos solos en su ciudad, en su playa. Con todo ello, acudieron a la reunión que celebraron esas primeras nueve Casas de los Elfos, ignorantes de todo lo que aun estaba por ocurrir.
Anne conoció entonces a Aradán, y se enamoró perdidamente de él, aunque muy pocos llegaron a saberlo. Los primeros tiempos de los elfos en la isla fueron agradables. Los elfos de Laentis-Anne trabajaron su tierra, y vivieron tratando de no inmiscuirse en la vida de los demás, y sin permitir que los demás lo hicieran con ellos.
Al parecer, Anne le hizo saber a Aradán lo que sentía, pero jamás sabremos lo que éste le contestó, pues al poco estallaron las Guerras de la Sangre y los elfos se reunieron de nuevo, esta vez para discutir cómo afrontarlas. Los elfos de Yandalath, desde el norte de la isla, amenazaban con someterlos a todos, y éstos no iban a permitírselo. Anne, que fue su primera virtud la osadía, increpó a los demás elfos, diciendo que ella no llevaría a su pueblo a la guerra. Cuentan que estaban todos sentados a una gran mesa redonda, los trece señores, y que ella se levantó y golpeó la mesa con fuerza. Éstos se escandalizaron, y dijeron que ellos sí irían a la guerra contra Efgo, de Yandalath. Entre todos decidieron nombrar a Aradán Rey, y Anne, al ver que éste aceptaba, se sintió tan decepcionada que se marchó del concilio. Aquella noche sería la última en que Aradán y Anne se vieran...
(. . .)
Alta Estirpe de Laentis-Anne, los Viajeros
Los Doce Navíos Elfos
Memorias Olvidadas
Darka Treake
Descárgalo completo en PDF aquí: Alta Estirpe de Laentis-Anne, los Viajeros.
Y pronto, el árbol genealógico de Anne, Primera de Laentis-Anne!
Por fin he retomado el cuento de Los Doce Navíos Elfos!
Con este capítulo, que habla sobre los elfos de Laentis-Anne, y de sus penurias, sólo queda un capítulo para terminarlo: la Alta Estirpe de Yandalath, los Castigados.
Ellos fueron los quintos en arribar a la Tierra de Aradán, y desde que se encontraron con el resto de elfos, fueron enemigos. Tengo muchas notas sobre esta Alta Estirpe de los Elfos, y estoy revisando todo para conseguir más, y además, para evitar incongruencias en el texto, ¡ya que es una misma historia contada desde 12 puntos de vista!
Y además, he terminado y revisado el Cuento de Escocia: El Duende, la Doncella y el Monstruo del Lago. ¡Pronto os lo cuento!
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